viernes, 23 de diciembre de 2011

Immortals: Reescribiendo la historia

Qué lejano queda ya el post anterior. La arenga de nuestro por aquel entonces todavía presidente -se han producido cambios en el organigrama directivo del club que han derivado en una gestión horizontal, donde todos somos presidentes, amigos y hermanos- tras la primera derrota de la temporada 2011-2012 bajó a la plantilla de la nube en la que habitaba desde la canícula. La llegada del primer patrocinador en la historia de SFS y la reformulación del sistema liguero, con una única categoría formada por 18 equipos, habían insuflado inusitada esperanza en el seno del vestuario. Algo nos decía que este año, siguiendo la maravillosa estela que dejamos en el ejercicio anterior -en el que nos convertimos en equipo revelación-, sería el de la consolidación de un proyecto, de un estilo de juego, de unos valores que nos llevarían a arrasar desde el primer minuto del primer encuentro...

"To those who much is given, much is lost" ("Más pierden a los que mucho se le da"), dice la bella Fedra en el mito griego de Teseo, ese héroe semi-mortal que impidió la liberación por parte del malvado rey Hiperión de los Titanes, presos ad aeternum por los dioses del Olimpo.

El Síberet, lleno de ilusión, reforzado de manera espectacular con las incorporaciones de Oscarito (magnífico cierre), Álex (valladar) Javi (sensacional pívot) y Alberto (increíble arquero), sufrió cuatro derrotas consecutivas que llegaron a minar la moral y los ánimos del grupo. Duros varapalos los sufridos ante el Asport 21, Viajes Sant Yago, Hotel Tamara y Cervecería Trisquel. Algunos, inmerecidos; otros, inexplicables. El caso es que habíamos tocado fondo. Se hacía necesaria una catársis. Había equipo para revertir la situación.

Y llegó por fin la primera victoria.





Emulando al mismísimo Neymar Jr., el Dani Alves -argentino- del SFS, Fran, hizo de esa tonada un himno del vestuario. Los dulces y sabrosos acordes del 'Ay se eu te pego', posiblemente la mejor canción de la historia de la música, bastante por delante de cualquier composición de Wolfgang Amadeus Mozart, Los Planetas, Ataque Escampe o Pitingo, se convirtieron en nuestra EPO, nuestro dóping -este legal-. La felicidad volvió a reinar en el frío vestuario del Pedra Mámoa, y de ahí se trasladó al parqué. El SFS, tras un auténtico recital de fútbol, pasó por encima del Chiripa Deluxe (3-5). Eran los primeros tres puntos de la temporada.

Pero como en toda subida al Tourmalet, hay momentos de flojera. En el siguiente partido, un desafortunadísimo minuto final propició una nueva derrota contra el Benny Fhu, un equipo con solera, de los más fuertes de la Liga. Cruel 5-4, hostia a mano abierta en toalacepadelaoreja que lejos de sumirnos en un estado depresivo espoleó nuestras almas y provocó que en el siguiente encuentro, contra los líderes -Cervecería Esmorga-, la máquina amarilla arrancara un empate con glorioso sabor a victoria.

Equipo. Valores. Éramos otros.

Y se vió en la jornada posterior. El 1-6 firmado ante el C. Quintáns supuso un récord goleador siberetiano. Incapaces de detener el torrente de fútbol desplegado por "La Quinta del Coconut", el equipo rival se deshizo en elogios al término de los 40 minutos reglamentarios. De repente, 7 puntos adornaban nuestro otrora desértico casillero en la clasificación. El Síberet había vuelto.



Frío miércoles de diciembre. Ante nosotros, el equipo más goleador de la Liga, el Nú Team. Las bajas de Diego Vilelovicić, Álex y Fran convertían la situación en límite. Seríamos como espartanos contra los persas. El combate se adivinaba durísimo. Justo, faro, guía y máximo goleador llegaría con el partido ya rodado debido a problemas personales que no vienen al caso... Pero a los 5 minutos ya vencíamos 2-0. El tempranero gol de Javi y una internada de Oscarini por banda derecha que culminó con un potentísimo disparo sorprendieron a nuestros oponentes. El Síberet llevaba el tempo del partido, movía la bola de un lado a otro continuamente, casi sin permitir pestañear a los rivales. Gozábamos de ocasiones pero el esférico se resistía a que la diferencia en el marcador aumentase. El palo repelía ofensivas. Estábamos perdonando. El Ñú Team inauguró su casillero tras un despiste en defensa, pero casi sin darles tiempo a celebrar, Javi volvía a embocar a gol tras una bonita combinación con Justo. Tornaba a recortar diferencias el equipo rival 10 segundos antes del descanso. Los fantasmas de partidos anteriores sobrevolaban Pedra Mámoa. No podíamos dejar que se repitiera la historia...

Con una mentalidad más madura, más serios, afrontamos la segunda parte.
Defendimos corajudamente -y cojonuda-, con uñas y dientes. Nuestro Lev Yashin particular sacaba su repertorio de paradas milagrosas. Al mismo tiempo, la suerte nos era esquiva en la portería contraria, que pudimos -pero no conseguimos- penetrar más de dos y de tres veces.

Llegaba el momento decisivo. El Ñú Team era incapaz. La seguridad mostrada atrás por el SFS desbarataba una a una todas las acometidas rivales. Estaban desesperados. Les quedaban pocos minutos y una solución: portero-jugador. Conocidas son las virtudes de esta táctica, pero también sus peligros. Gozaron de un par de ocasiones más en superioridad antes de que 'o Leo Messi da Rocha Vella', Justo, zurda inmortal, cazara un balón muerto en nuestro propio campo y con un toque magistral lo colara dentro de la portería rival, décimas de segundo que fueron eternas, pero que merecieron la pena. Cómo celebramos ese gol.

4-2. Lo habíamos vuelto a hacer.

Lo dicho: ya estamos aquí.


¡FELIZ NAVIDAD, FAMILIA SIBERETISTA!